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Vilcabamba (parque arqueologico de rosas Pata)
Vilcabamba, los españoles la encontraron en 2001
La historiadora Carmen Martín Rubio, miembro de la expedición españouan de Betanzos-Vilcabamba, desmiente la polémica atribución de los recientes hallazgos arqueológicos de un equipo de National Geographic.
Finalizaba el mes de junio de 1572, cuando una tropa de 260 soldados, al mando del capitán Martín García Oñaz de Loyola, conquistaba la ciudad de Vilcabamba, capital del último reducto de resistencia inca frente a los españoles en la selva de la Sierra andina, y capturaba a su soberano, el Inca Tupac Amaru.
Traslado al Cusco, el hijo menor del Inca Manco Capac sería juzgado por orden del virrey don Francisco de Toledo y decapitado públicamente en la Plaza de Armas, entre tremendos gemidos, alaridos y llantos de las gentes que no podían contener su tristeza al contemplar la desaparición de su postrer monarca.
Con este cruento epílogo, se cerraban casi cuatro décadas de obstinada rebeldía por parte de algunos grupos fieles a la tradicional organización del Tahuantinsuyo, el gran Imperio Inca, uno de los más potentes y extensos que han existido en la Historia de la Humanidad, que, en apenas cinco años (desde 1528 a 1533) se había desmoronado con la llegada de unos pocos europeos al mando del conquistador Francisco Pizarro.
Desde entonces, Vilcabamba se convirtió en el reino perdido de los Incas y, desde mediados del siglo XIX, en uno de las prioridades arqueológicos de todo el mundo científico.
Entre 1997 y 2001, un equipo de investigadores españoles realizó las expediciones "Juan de Betanzos-Vilcabamba" y logró localizar, por fin, numerosos vestigios del emplazamiento de la mítica ciudad. Sin embargo, la polémica saltó hace unas semanas a los medios de información de todo el mundo, cuando David Frost, director de una expedición auspiciada por la "National Geographyc Society" anunciaba, a su vez, el hallazgo de un complejo yacimiento arqueológico en la zona selvática del departamento peruano del Cusco y aventuraba la posibilidad de que los restos fueran las verdaderas ruinas de Vilcabamba la Vieja o la Grande.
Mª del Carmen Martín Rubio, historiadora y miembro de la Expedición "Juan de Betanzos-Vilcabamba" recuerda en este número los hallazgos de los investigadores que participaron en aquella empresa pionera, reconocida por el Instituto Nacional de Cultura peruano, y cómo se produjo el hallazgo de la auténtica Vilcabamba la Grande.
La historiadora Carmen Martín Rubio, miembro de la expedición españouan de Betanzos-Vilcabamba, desmiente la polémica atribución de los recientes hallazgos arqueológicos de un equipo de National Geographic.
Finalizaba el mes de junio de 1572, cuando una tropa de 260 soldados, al mando del capitán Martín García Oñaz de Loyola, conquistaba la ciudad de Vilcabamba, capital del último reducto de resistencia inca frente a los españoles en la selva de la Sierra andina, y capturaba a su soberano, el Inca Tupac Amaru.
Traslado al Cusco, el hijo menor del Inca Manco Capac sería juzgado por orden del virrey don Francisco de Toledo y decapitado públicamente en la Plaza de Armas, entre tremendos gemidos, alaridos y llantos de las gentes que no podían contener su tristeza al contemplar la desaparición de su postrer monarca.
Con este cruento epílogo, se cerraban casi cuatro décadas de obstinada rebeldía por parte de algunos grupos fieles a la tradicional organización del Tahuantinsuyo, el gran Imperio Inca, uno de los más potentes y extensos que han existido en la Historia de la Humanidad, que, en apenas cinco años (desde 1528 a 1533) se había desmoronado con la llegada de unos pocos europeos al mando del conquistador Francisco Pizarro.
Desde entonces, Vilcabamba se convirtió en el reino perdido de los Incas y, desde mediados del siglo XIX, en uno de las prioridades arqueológicos de todo el mundo científico.
Entre 1997 y 2001, un equipo de investigadores españoles realizó las expediciones "Juan de Betanzos-Vilcabamba" y logró localizar, por fin, numerosos vestigios del emplazamiento de la mítica ciudad. Sin embargo, la polémica saltó hace unas semanas a los medios de información de todo el mundo, cuando David Frost, director de una expedición auspiciada por la "National Geographyc Society" anunciaba, a su vez, el hallazgo de un complejo yacimiento arqueológico en la zona selvática del departamento peruano del Cusco y aventuraba la posibilidad de que los restos fueran las verdaderas ruinas de Vilcabamba la Vieja o la Grande.
Mª del Carmen Martín Rubio, historiadora y miembro de la Expedición "Juan de Betanzos-Vilcabamba" recuerda en este número los hallazgos de los investigadores que participaron en aquella empresa pionera, reconocida por el Instituto Nacional de Cultura peruano, y cómo se produjo el hallazgo de la auténtica Vilcabamba la Grande.
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